miércoles, 2 de junio de 2010

ACIERTO



ACIERTO.

-¿Los padres de Héctor o Maseff?-

- Sí, yo soy la madre de Héctor.-

- Y yo el de Maseff.-

- Vaya, pensaba que eran sólo una familia, perdón por la confusión. Deseaba hablar con ambos, así que si les parece, entramos todos y les explico la razón de su asistencia.-

- Sí claro, entremos.- Jorge cedió el paso a Lucia, primero, y después a Daniela, la profesora de su hijo. Ella les pidió que tomaran asiento y comenzó su exposición.

- Lo primero tranquilizarles, sus hijos no han cometido ninguna fechoría, aunque a veces rayan la rebeldía, no suele llegar la sangre al río, obedecen, no a la primera, pero nuestra firmeza y disciplina va forjándoles como personitas sensatas y juiciosas.

Como ambos sabrán Héctor y Maseff son grandes amigos e inseparables. No sé qué motivó a Héctor, pero desde que Massef llegó se autoproclamó su mayor defensor, lo acogió y ahora no dan un paso él uno sin el otro. Todos sus compañeros lo aceptaron como un alumno más y a día de hoy Maseff está totalmente integrado. Aún así sigue existiendo entre ellos una conexión especial, un vínculo más allá del simple compañerismo. Tanto, que a veces veo reflejado en uno de ellos los problemas del otro.

- ¿Y eso es malo?- Preguntó Lucia, inquieta.

- No claro que no. No están aquí por nada malo, quítense esa idea de la cabeza. Les he convocado para mejorar, para aprovechar la información que nos están brindando y lograr que les sea útil, a ustedes y al bienestar de sus hijos. –

- Lucia, tranquila, creo que debemos dejar a Daniela que prosiga, yo también he venido preocupado, pero me parece que esta vez no hay estirón de orejas, ni para nuestros hijos, ni para nosotros, sino más bien una mano abierta y tendida, que si la cogemos nos levantará a todos y podremos subir, peldaño a peldaño.-

- Exacto, gracias Sr. Cano, yo no lo habría explicado mejor. Sigamos, enseguida comprenderán. Últimamente observo en los dibujos de Héctor el abuso del color negro, sus trazos son gruesos, remarcados, perforando, incluso el papel. Él es un perfeccionista, antes no consentía salirse del perfil marcado, era capaz de repetir los trabajos si observaba una raya en discordancia del resto. Sin embargo en otras tareas demuestra sus cualidades habituales. Hemos practicado técnicas como los cuentos, juegos, el teatro, las marionetas y todo refleja que es un niño feliz, centrado y muy responsable, sensible ante las injusticias y totalmente solidario con las desigualdades. No soporta los abusos y lucha con uñas y dientes ante cualquier manifestación. Por ello, creo que Héctor es un espejo de Maseff. Algo le pasa a él, Héctor lo sabe y se siente responsable de ello, desea ayudarlo, pero no lo consigue y descarga su frustración a través de la pintura.-

- ¿Maseff está mal? No he notado nada raro. Es un niño callado, pero muy tranquilo y pacífico. Me habla de muchos amigos y le encanta venir al colegio. No le cuesta nada madrugar, realiza sus tareas puntualmente, a veces se distrae un poco, pero vamos nada fuera de lo normal.- Contestó algo afectado Jorge.

- ¿Le ha notado más triste, melancólico, aburrido, decepcionado, estos últimos
días?-.
- Que va, es un niño muy alegre, sonríe con facilidad. Y nosotros solemos bromear con frecuencia, tal vez, ahora que lo pienso, llevo un tiempo notándole algo más cansado, pero lo achacaba al cambio de estación y a este calor aplastante. Todos bajamos el ritmo en estas fechas.-

- Bueno en cuanto su rendimiento, ha bajado un poquito, y le cuesta más participar. Un pelín más apático si lo hemos notado. ¿Podría echar a alguien o algo de menos?, no sé ¿a algún familiar, su tierra, sus anteriores amigos? Yo no estoy en casa y desconozco que influencia o ejemplo recibe. Tampoco lo conozco como para forjarme una idea de su personalidad y hábitos, no se ofenda, no pretendo poner en duda su abnegada dedicación, pero los niños en estas edades son esponjas. Y si él ha visto, o creído haber visto algún problema, puede estar preocupado, sentirse inseguro o tener miedo simplemente a verle mal a usted y creer que puede terminar afectándole .-

- Mire, creo que tanto Jorge como yo, intentamos hacerlo lo mejor posible. Sí, ambos estamos solos en esto, pero nuestros hijos no carecen de amor, cariño, protección y cuidados. Y me apena que sin conocernos pueda forjarse una idea equívoca de la educación y el amor que ofrecemos a nuestros hijos y que recibimos de ellos.- Argumentó Lucia.-

- No me cabe la menor duda, y por favor no se incomoden por lo comentado. Yo tan sólo propongo que estemos todos pendientes y algo más alertas. Lucia intente hablar con su hijo, tal vez éste le cuente algo de cómo se siente y pueda descubrir qué le preocupa a Maseff, a través de su hijo, si quiere, puedo facilitarle un par de manuales con técnicas para jugar a representar otros roles.
Jorge, siga de cerca a Maseff, no le interrogue, pero pase más tiempo con él, comparta más, para que él se sienta seguro, querido y valorado. Intente dialogar con sutiliza y paz.
Y si les parece en un tiempo nos vemos para compartir, tal vez cada uno consigamos descubrir algo que nos pueda ayudar. Y sus hijos se sientan aún mejor, de lo que ya están. ¿Qué me dicen?-.

- Daniela, cuente conmigo, pondré en práctica algunas de sus técnicas y ya les contaré. Jorge, estoy contigo, si nuestros hijos han elegido ser amigos, por algo será. Lo que necesites, sabes que me tienes.-

- Gracias Lucia, estaremos aún más pendientes, intentaré saber qué pasa, si es que pasa algo. ¿Qué te parece si planeamos alguna actividad todos juntos?, quizás eso ayude a nuestros hijos.-

- Me parece una buena idea, ¿qué opina usted Daniela?- Consultó Lucia.

- No creo que eso pueda causar algún daño, intentémoslo a ver que obtenemos. Y por favor sin obsesionarnos, sean naturales, la manifestación de la estabilidad es muy importante.-

- Bueno, pues si no precisa nada más yo debo marcharme Héctor me espera.-

- Si yo también he quedado, ¿Daniela si usted ha terminado…?-

- Por mi parte nada más, volveremos a emplazarnos para evaluar, ya les avisaré. Tranquilos y a disfrutar de esta aventura detectivesca y paternal. Hasta la próxima, y ya saben dónde me tienen, si necesitan algo cualquiera de los dos.-

- Muy bien, hasta pronto.- Contestaron ambos y estrecharon sus manos como símbolo de pacto aceptado y despedida.
Una vez en la calle, Lucia le preguntó a Jorge: - ¿Has venido en tu coche?-.

- No, en metro. Hay muy buena combinación y para aparcar, ya sabes, está fatal.-

- Si, que me vas a contar, pues te llevo, me viene de camino.-

- Ah genial.-
El silencio imperó en el coche y tras una mirada cálida de Lucia, Jorge comenzó a conversar:

- No fue fácil, ninguna adopción lo es. Otro idioma, distinto país, Massef llego solo, dejando atrás su gente, sus costumbres y su precaria vida. Aquí todo era nuevo y distinto. Necesitó su tiempo, pero consiguió adaptarse y actualmente es un niño feliz, al menos eso es lo que pienso. Todo esto me desconcierta y hace que me cuestione mi labor y valía como padre. –

- Imagino que para ti tampoco fue fácil, Jorge. La gente no suele comprender muy bien esta decisión, y estoy segura que habrás recibido de todo.-

- Lucia, fue una locura, además de todos los cambios de vida y hábitos, porque no es lo mismo vivir solo, cómo lo hacía, que convivir con un niño. Se añadió el juicio de cada conocido, familiar e incluso ajeno, porque todo el mundo se permite opinar, valorar y juzgar sin ser solicitado. Hubo quien pensó que todo esto era un capricho de un soltero bien situado que no ha encontrado sentido a su vida sin una pareja y que busca remediar ese vacío con un hijo. Otros lo vieron como una obra de caridad altamente costosa tanto monetaria como emocionalmente. Los hay, que a fecha de hoy, aún piensan, que es una forma de complicarme la vida y de renunciar de forma radical a todas las ventajas de vivir solo. Y para rematar el capazo de optimismo y ánimo brindado quedan aquellos que apostaron por la crisis de los 40. El tiempo pasa y no se puede esperar más, si no ha llegado de forma natural, lo forzamos, siempre y cuando se pueda pagar, y a disfrutar.-

- ¿Y tú Jorge qué opinas?, cuál fue tu razón o razones para dar ese paso, que de antemano y sin conocerlas, te felicito por tu valentía.-

- Massef ha sido lo mejor de mi vida. He superado retos, he ascendido laboralmente. Todos estos años no han sido en balde y las experiencias vividas han forjado el hombre que hoy soy. Pero nada comparable con la llegada de Massef, con su amor, su alegría, esa actitud de agradecimiento. Todo le parece grandioso y lo valora en demasía. Con sus ganas de conocer, descubrir, de hacer cosas, de disfrutar con lo más mínimo. Es capaz de contagiarte esas ganas de vivir. Y de ver luz y color en un día de tormenta y problemas. Es una motivación constante y la energía más potente que alguien puede recibir. Con él es imposible sentirse mal.

¿Por qué decidí adoptarlo? No puedo concretarte, pero sentí que necesitaba hacerlo. A veces en tu vida vas superando etapas, y necesitas cerrar capítulos y abrir otros libros. Enfrentarte a proyectos novedosos que hagan sentirte útil. Tal vez con Maseff me sentí así, que me necesitaba, que podía darle lo mejor de mi y que eso obtendría sus frutos en beneficio de otra persona. No digo que con ello no llenara un hueco personal, ni que eso no sea algo egoísta. Pero opino que es la forma más positiva de serlo. Ya que con ello no perjudicaba a nadie sino todo lo contrario, ¿por qué no hacerlo?

Antes de dar el paso me informé, lo reflexioné pacientemente, y todas mis respuestas eran siempre la misma: SÍ, SI, ADOPTARÉ.
He demostrado sobradamente mi capacitación y solvencia económica, he superado muchísimos test sicológicos. No creo que ningún padre natural haya sido tan evaluado como yo. Y todos estos años juntos creo que han puesto de manifiesto lo mucho que ambos nos damos y el bien que nos hacemos.-

- ¿Crees que para mi fue fácil? Yo no puede meditarlo, ni planificarlo. Héctor llegó de improviso. El día que recibí mi analítica mi marido me comentó su decisión tajante e inoportuna de marcharse, ya no me quería y deseaba iniciar una nueva vida junto a la mujer de sus sueños. Imagínate el momento. Asustada por el resultado, deseando contárselo para encontrar, en él, el consuelo y el apoyo que a mi me faltaba. Deseando escuchar un: “tranquila, todo irá bien”. Y en su lugar, antes de poder decir nada, se me congeló el alma, cuando de carrerilla y sin dejarme decir ni media, me lo soltó y se largó. Tenía mucha prisa, y la noticia no merecía más tiempo. Nos vimos en la calle, una que nos venia a ambos de camino, me metí en el coche, las piernas me temblaban. El corazón encogido y masacrado por un tren que acababa de arrollarlo. Comencé a llorar, no podía dejar de hacerlo. Y de forma instintiva conecté el limpiaparabrisas. No veía con claridad, pero la tormenta no estaba fuera, lucía el sol. Y secándome las lágrimas lo apagué maldiciéndome por lo tonta que había sido. Por no darme cuenta de nada, durante tanto tiempo.-

- ¿Su padre no sabe que Héctor existe?-

- Si claro, lo supo a su tiempo. Al principio estaba muy confusa y dolida, decidí prudentemente guardar silencio, aclararme primero y estar segura de qué hacer, para después jugar las cartas oportunas. No te asustes por mi expresión. No me aproveché de nadie ni le exprimí hasta la médula. Acepté con templanza su rechazo y bendije la llegada de Héctor. Las dos noticias las fui dosificando. Y quién precisaba saber lo conoció y quién no simplemente pasé. Las lágrimas se transformaron en un mundo de sensaciones y cambios. La vida se iba generando en mí, y con ella todo lo muerto florecía inundándome de entusiasmo y fuerza. Héctor fue mi ángel, me salvó del abordaje de mi vida matrimonial y me cubrió de razones para seguir aquí y mejorar, para él, por mí.
¿Qué crees qué opinarían de mí como madre? Pues de todo, que si debía haber interrumpido el embarazo, ya que mi situación emocional no era la adecuado para recibir a una criatura; que una vida es una vida, y ni loca debe hacerse eso. Que vaya un futuro le esperaría, respirando un ambiente deprimente y triste. Que no tendría padre; qué cómo no supe retenerlo, obligándole en último caso. Se cuestionó mi interés y aportación en la relación, mi culpabilidad por la ruptura, por no cuidar la relación y confiar en exceso. En fin toda mi persona estuvo en tela de juicio, además de ser la abandonada, era la responsable de ello. Era lo que merecía. Entonces llegó Héctor, sin duda, él, si era lo que merecía, se engendró en el momento justo. Y la vida así lo quiso, tuvo y tiene padre y madre, pero cada uno en el lugar que debe estar. Y piensen lo que piensen, somos una familia, pese a quién pese. –

- Vaya, parece que nadie se libra de ser juzgado, sea cual sea la circunstancia. Lo que se deduce que nada es perfecto. Y que la vida llega por vías muy diferentes, todas válidas y óptimas siempre y cuando sus protagonistas sean felices.-

- Por eso Jorge, los comentarios, son eso simplemente, opiniones de gente, la mayoría de veces ajena a la auténtica realidad, que ni siquiera nos aprecian o respetan lo más mínimo. Es un buen filtro para saber quiénes no interesan lo más mínimo. –

- Estamos llegando, ¿nos vemos el sábado para salir en bici o prefieres un cine?-

- Pues no sé, dejemos que elijan ellos. Coméntaselo a Massef, y yo a Héctor, y ya concretaremos el viernes noche, ¿te parece bien?-

- Estupendo, muchas gracias por todo, y sobre todo por tu testimonio tan sincero, me ha ayudado mucho. Me gusta contar con tu apoyo, creo que nuestros hijos han sido muy sabios al elegirse y que van a lograr que nosotros lleguemos a ser buenos amigos. –

- Jajá jajá, bueno eso ya se verá, te advierto que yo soy muy exigente y valoro mucho la amistad, y también que actualmente, ésta se encuentra protegida, especie en vías de extinción. Así que el tiempo lo dirá. Nos vemos el sábado, que tengas una buena semana.-

- Si, gracias y te deseo lo mismo, hasta el sábado pues.-

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
2/6/10.