miércoles, 23 de junio de 2010

PREMATURO.



PREMATURO.

Alarmado cerró su bolso sin atinar a unir los polos de aquel imán disfrazado de hebilla. No podía creerlo, el tema estaba zanjado Elisa sabía a qué se atenía cuando aceptó y dijo si quiero, ¿por qué ese cambio? Y a escondidas. Jaime iba acalorándose por momentos, sintiéndose traicionado, utilizado y engañado.

Elisa y Jaime vivían juntos dos años, se conocieron en un foro sobre Saramago. Opiniones, recomendaciones, dudas y testimonios fueron forjando su relación, pasando de algo superficial, esporádico e impersonal, si sólo atendemos al medio o canal y no al contenido, ya que reflexionar sobre Saramago y sus ideas, podría ser de todo menos banal, al cara a cara de sus citas, llamadas constantes y encuentros en grupo y a solas.

No hubo anuncios, ni perfiles, la amistad no se demandaba por correo, ni siquiera tenías que ser admitido en nada, ni por nadie. No hizo falta. No se buscaba nada, tan sólo se opinaba, se aportaba sin más retribución que sentirse leído, o al menos expresado.

Desde el primer momento conectaron, sus ideas lejos de oponerse convergían hacia un punto nuevo para ambos, sorprendente y casi perfecto. Lo tenían claro, antes de verse ya se gustaron.

De forma práctica y racional se acortaron los espacios, se redujeron los gastos individuales y se compartieron los comunes. Los activos de la convivencia, la unión y el tiempo disfrutado juntos subieron como la espuma, generando altos dividendos amorosos y sentimentales. Los estatutos de esta sociedad tan sólo recogieron dos clausulas: 1. El deseo de vivir y permanecer juntos mientras se amaran y respetaran, sin ningún tipo de infidelidad o traición permitida. Y 2. El compromiso a no ver aumentada la familia, su familia.

¿Cómo había olvidado algo tan importante?, no podía entenderlo, todo marchaba bien, algo debía de habérsele pasado por alto. ¿Y si habíamos sido demasiado prácticos y sensatos?, ¿quizás faltó romanticismo, improvisación y misterio?, y por eso busque en un hijo recuperar la ternura, que yo no le he brindado, el amor desinteresado que no he sabido transmitirle, y que sin duda siento. ¿Y si el instinto maternal le acecha sin tregua y se siente en lucha consigo misma?, su cabeza dijo una cosa y su alma ahora le ametralla con otra.
Jaime llega a casa y sin mediar tregua entra al trapo: - ¿Elisa cómo has podido ocultarme algo así?

- Hola cariño, ya has llegado, ¿cómo dices?

- Lo sé, lo he visto no te hagas la sueca.-

- ¿Lo has visto ya?, vaya nunca puedo sorprenderte, por más que me empeñe en ello.-

- Enhorabuena, esta vez lo has conseguido, ya lo creo que me ha sorprendido, no esperaba algo así, no creo que lo merezca.-

-¿A que sí?, sabía que te encantaría y que nunca te lo permitirías, por eso yo lo hice por ti.-

- Mira Elisa, esto es demasiado serio como para tomar uno solo la decisión. Y sabías de antemano mi opinión, la dejé clara hace mucho y no ha cambiado.-

- ¿Cariño, sigue gustándote la Callas, no?, ¿o he metido la pata con su colección de CDS?-.

- ¿Pero de qué CDS hablas?-. No disimules más y confiesa. O mejor no digas nada, sobran las mentiras.-

- Jaime no entiendo nada, si no te gusta mi regalo, pues se cambia y no pasa nada, no es para ponerse así.-

- ¿Mi regalo, qué regalo?, ¿de qué hablas?-

- Pues de lo que encontraste, he tenido tu regalo escondido más de dos semanas, tapado por tu ropa, no quería llegar tarde a comprarlo si esperaba a la fecha de nuestro aniversario, la colección era exclusiva y de número limitado.-

- ¿En el armario?, lo que yo encontré estaba en tu bolso, olvidé mis llaves en uno de sus bolsillos y al intentar recuperarlas vi con claridad el predictor sin abrir, ¿para cuándo pensabas contarme algo?, por eso lo de las capsulas de hiero de los últimos días, el cambio repentino en tu alimentación y ese sueño profundo que te deja cao cada noche nada más caer en el sofá.-

- Jajajajjajaj, Jaime, tranquilo no estoy embarazada. No creí que tuviera que explicarte una de mis sesiones con adolescentes previniendo embarazos no deseados. Lo compré para mi taller con las chicas, no para mí. Sabes que cada cierto tiempo necesito un aporte de hierro extra. Además quería perder un par de kilitos, por ello mi dieta algo más sana y ligera. Y en cuanto al sueño, tan sólo es cansancio acumulado.

- ¡Vaya! ¿Es nuestro aniversario ya?-.

- No, será mañana, ni siquiera lo recuerdas. Creo que deberías salir corriendo a comprar un muy buen regalo, porque después de la que me has montado y de tu despiste vas a necesitar algo más que una frase elocuente y unos bombones.-

- ¿Ni siquiera los Ferrero?-.

- No, no, me temo que no. Ni siquiera acompañados de flores, majete cúrratelo porque lo tienes crudo. –

Jaime abandonó su casa en busca de algo original y digno para Elisa, aunque nada repararía su torpeza. Tan sólo el amor incondicional y la comprensión de ella lograrían convertir todo esto en una anécdota divertida y chocante, sin pasar a mayores. Su relación siguió adelante, sin hijos ni escarceos. Y llena de romanticismo y emoción. Jaime aprendió la lección.

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
23/6/2010.