lunes, 28 de junio de 2010

XIII. ETERNIDAD.



XIII. ETERNIDAD.

“5.000 años
y aún estoy por tus huesos abrazado a tus huesos
respirando tu olor.

5.000 años
y aún me saben tus besos al sabor de los besos
que se dan con sabor”.

Pensé que no te vería más y eso me angustió tanto que dejé de respirar. Dicen que tras tu partida morí de pena. Apostaron porque no lo superaría, y ganaron, sin ti nada tenía sentido, y decidí marcharme en tu busca. No hubo despedidas ni notas aclaratorias, me llegó de forma natural, deseada, pero natural, me cansé de respirar el aire ausente de ti.

Supe que andabas cerca, porque tu fragancia lo invadía todo. Mis pulmones acartonados comenzaban a esponjarse y otro fluido me devolvía la vida, otra vida, en otro sitio, creo que el cielo.

¡Madre mía! hace tanto ya de todo esto, recuerdo nuestro primer encuentro, aquí, tus amigos te avisaron de mi llegada y puntual viniste a acogerme, me mostraste la luz y el camino acertado. Me tomaste de la mano y juntos recorrimos el túnel.
Me acerqué para besarte, como solía hacer en la tierra, no pensé que aquí se dan de forma diferente, bueno, todo lo es. Pero tenían el sabor de siempre, y eso me gustó, tanto que ya hemos llegado al millón, cinco mil años dan para mucho, somos la envidia del cielo. Cupido piensa que de seguir así algún día perderá su puesto.

“5.000 años
y aún recibes mi cuerpo como un mundo desierto
donde todo es hacer.” Dicen que todo es caduco y temporal, que equivocados estaban, pobres ignorantes, tú y yo gozamos de una eternidad, atemporal y perpetua. Seguimos juntos y enamorados. Deseándonos, buscándonos, compartiendo. La tierra, el cielo, otra galaxia, que más nos da. Pueden argumentar lo que sea, mientras, seguimos unidos en este nuevo aliento cargado de ese amor tan conocido y dominado, y a la vez sorprendente y estimulante.

“Sobrevivimos al verano y a su mejilla más ardiente
y en el invierno nos guardamos bajo la sombra de la nieve.” Superamos tanto, problemas económicos, de salud, la educación de los niños, tantas preocupaciones por su futuro, su felicidad, pensábamos que éramos imprescindibles, tuvimos que morir para, juntos, darnos cuenta de que sus vidas siguen perfectas y completas. Tienen sus momentos, y aunque no están exentos de problemas, salen a flote sin nosotros.

“5.000 años
y aún me busco y me pierdo en el terco misterio
del amor y su red.” Cuantas veces me has guiado, torpemente creí conocerte, jamás se termina de conocer a nadie. Ni si quiera a uno mismo. Cuándo más seguro estoy de acertar en tu reacción, más imprevisible eres; cuándo creía adivinar tu pensamiento, éste vagaba perdido en desiertos remotos, inaccesibles para alguien tan de ciudad como yo. A tu lado todo ha sido y es una sorpresa constante, salpicada de pequeñas certezas conocidas y explotadas, pero en definitiva un misterio a descifrar cada día.

“5.000 años
y aún conservo el recuerdo del feliz cautiverio
de una luna de miel.” No sé como resumirías nuestra vida, para mí, sin duda, sigue siendo una eterna luna de miel. Con sus más y sus menos, pero su dulzor prevalece como sabor principal, ya sabes, como ese último sabor de boca inalterable.

“5.000 años
y no pudo ni el tiempo a través de los tiempos
eludir la pasión.” Nos preguntan la clave, ¿qué se debe hacer para lograr lo que tenemos, lo que sentimos el uno por el otro?, ¿recuerdas cuando tus alumnos te cuestionaban?, sonreías, y sin más decías: “c’est la vie.” Siempre has pensado que no había ningún misterio, ni mérito, simplemente esta era nuestra vida y así la vivíamos. Aquí ni si quiera pronuncias tu frase magistral, siempre dejas que sea yo el que argumente lo indescriptible. Te gusta verme en apuros, y cuando desearía desaparecer, para evitar el desastroso ridículo cometido, sales en mi defensa, me rescatas cantándoles a todos los presentes:

-“Y nos encontrarán
y sabrán que alguien te amó
el devenir será testigo
de cómo al hilo del amor
viví una eternidad
contigo.”-

Nos dejas a todos con la boca abierta y entonces lentamente reacciono y replico: - eso es, yo no lo habría expresado mejor.- Reímos y nuestra mirada cómplice nos asegura otra década más juntos.
Una eternidad contigo.

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
28/6/2010.

miércoles, 23 de junio de 2010

PREMATURO.



PREMATURO.

Alarmado cerró su bolso sin atinar a unir los polos de aquel imán disfrazado de hebilla. No podía creerlo, el tema estaba zanjado Elisa sabía a qué se atenía cuando aceptó y dijo si quiero, ¿por qué ese cambio? Y a escondidas. Jaime iba acalorándose por momentos, sintiéndose traicionado, utilizado y engañado.

Elisa y Jaime vivían juntos dos años, se conocieron en un foro sobre Saramago. Opiniones, recomendaciones, dudas y testimonios fueron forjando su relación, pasando de algo superficial, esporádico e impersonal, si sólo atendemos al medio o canal y no al contenido, ya que reflexionar sobre Saramago y sus ideas, podría ser de todo menos banal, al cara a cara de sus citas, llamadas constantes y encuentros en grupo y a solas.

No hubo anuncios, ni perfiles, la amistad no se demandaba por correo, ni siquiera tenías que ser admitido en nada, ni por nadie. No hizo falta. No se buscaba nada, tan sólo se opinaba, se aportaba sin más retribución que sentirse leído, o al menos expresado.

Desde el primer momento conectaron, sus ideas lejos de oponerse convergían hacia un punto nuevo para ambos, sorprendente y casi perfecto. Lo tenían claro, antes de verse ya se gustaron.

De forma práctica y racional se acortaron los espacios, se redujeron los gastos individuales y se compartieron los comunes. Los activos de la convivencia, la unión y el tiempo disfrutado juntos subieron como la espuma, generando altos dividendos amorosos y sentimentales. Los estatutos de esta sociedad tan sólo recogieron dos clausulas: 1. El deseo de vivir y permanecer juntos mientras se amaran y respetaran, sin ningún tipo de infidelidad o traición permitida. Y 2. El compromiso a no ver aumentada la familia, su familia.

¿Cómo había olvidado algo tan importante?, no podía entenderlo, todo marchaba bien, algo debía de habérsele pasado por alto. ¿Y si habíamos sido demasiado prácticos y sensatos?, ¿quizás faltó romanticismo, improvisación y misterio?, y por eso busque en un hijo recuperar la ternura, que yo no le he brindado, el amor desinteresado que no he sabido transmitirle, y que sin duda siento. ¿Y si el instinto maternal le acecha sin tregua y se siente en lucha consigo misma?, su cabeza dijo una cosa y su alma ahora le ametralla con otra.
Jaime llega a casa y sin mediar tregua entra al trapo: - ¿Elisa cómo has podido ocultarme algo así?

- Hola cariño, ya has llegado, ¿cómo dices?

- Lo sé, lo he visto no te hagas la sueca.-

- ¿Lo has visto ya?, vaya nunca puedo sorprenderte, por más que me empeñe en ello.-

- Enhorabuena, esta vez lo has conseguido, ya lo creo que me ha sorprendido, no esperaba algo así, no creo que lo merezca.-

-¿A que sí?, sabía que te encantaría y que nunca te lo permitirías, por eso yo lo hice por ti.-

- Mira Elisa, esto es demasiado serio como para tomar uno solo la decisión. Y sabías de antemano mi opinión, la dejé clara hace mucho y no ha cambiado.-

- ¿Cariño, sigue gustándote la Callas, no?, ¿o he metido la pata con su colección de CDS?-.

- ¿Pero de qué CDS hablas?-. No disimules más y confiesa. O mejor no digas nada, sobran las mentiras.-

- Jaime no entiendo nada, si no te gusta mi regalo, pues se cambia y no pasa nada, no es para ponerse así.-

- ¿Mi regalo, qué regalo?, ¿de qué hablas?-

- Pues de lo que encontraste, he tenido tu regalo escondido más de dos semanas, tapado por tu ropa, no quería llegar tarde a comprarlo si esperaba a la fecha de nuestro aniversario, la colección era exclusiva y de número limitado.-

- ¿En el armario?, lo que yo encontré estaba en tu bolso, olvidé mis llaves en uno de sus bolsillos y al intentar recuperarlas vi con claridad el predictor sin abrir, ¿para cuándo pensabas contarme algo?, por eso lo de las capsulas de hiero de los últimos días, el cambio repentino en tu alimentación y ese sueño profundo que te deja cao cada noche nada más caer en el sofá.-

- Jajajajjajaj, Jaime, tranquilo no estoy embarazada. No creí que tuviera que explicarte una de mis sesiones con adolescentes previniendo embarazos no deseados. Lo compré para mi taller con las chicas, no para mí. Sabes que cada cierto tiempo necesito un aporte de hierro extra. Además quería perder un par de kilitos, por ello mi dieta algo más sana y ligera. Y en cuanto al sueño, tan sólo es cansancio acumulado.

- ¡Vaya! ¿Es nuestro aniversario ya?-.

- No, será mañana, ni siquiera lo recuerdas. Creo que deberías salir corriendo a comprar un muy buen regalo, porque después de la que me has montado y de tu despiste vas a necesitar algo más que una frase elocuente y unos bombones.-

- ¿Ni siquiera los Ferrero?-.

- No, no, me temo que no. Ni siquiera acompañados de flores, majete cúrratelo porque lo tienes crudo. –

Jaime abandonó su casa en busca de algo original y digno para Elisa, aunque nada repararía su torpeza. Tan sólo el amor incondicional y la comprensión de ella lograrían convertir todo esto en una anécdota divertida y chocante, sin pasar a mayores. Su relación siguió adelante, sin hijos ni escarceos. Y llena de romanticismo y emoción. Jaime aprendió la lección.

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
23/6/2010.

lunes, 21 de junio de 2010

IMPULSO.



IMPULSO.

De pie frente a la ruleta observaba el juego mareado por aquella música, que sonaba de fondo, y por el ir venir de tanta gente, buscando su hueco de diversión.

Su copa llena de coñac, esperaba ansiosa encontrar sus labios, para devolverle algo de paz, cada sorbo de alcohol logaría adormilar el rumor incesante de su conciencia.

De repente alguien le observa, lo mira de arriba a bajo, siguiéndole como un rádar recién programado. Sebastián nota unos ojos clavados en su nuca y aún se siente más incómodo. Se gira, como si alguien le tocara el hombro, y a su vuelta sólo encuentra, a lo lejos, la figura esbelta de un joven moreno, que le increpa con su sonrisa y mirada.

Sebastián descifra el mensaje y responde al instante, acercándose. Le toca el hombro, arrastrando su mano hasta el cuello del joven, él deja acariciarse la cara y le corresponde asiéndole por la cintura.

Sebastián abandona la sala, seguido por aquel desconocido y entre pasillos, puertas privadas, cortinas y oscuridad se entregan a la pasión del momento, besos desesperados, mordiscos cómplices, sus lenguas se confunden y se devoran, sin importar nada más que saciar esa sed de placer incontrolable.

Sus ropas ya no estorban, poco importa la privacidad, se sienten en un mundo ajeno. Una isla habitada única y exclusivamente por ellos dos, sin leyes, ni prohibiciones, sin hipocresía ni apariencias. Sebastián y Rogelio pueden ser quienes son sin disfrazar el deseo de amistad. No se conocen, y seguirán siendo dos extraños, que un día cruzaron algo más que palabras sin emitir ningún vocablo.

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
21/6/2010.

viernes, 18 de junio de 2010

MURALLAS DE INCERTIDUMBRE.



MURALLAS DE INCERTIDUMBRE.

Sus manos temblorosas algo resecas precisaban el calor de unos guantes y la suavidad de una buena hidratante. Había salido corriendo de casa, llegaba tarde a su cita. Y el tren no esperaba a nadie.

Con las prisas prescindió de lo irrelevante, y ahora, mientras vigilaba su reloj, detectaba la dejadez en su aseo. Demasiado tarde, hasta que no deshiciera su equipaje no podría acicalarse. Recordó que otros guantes, distintos a los de costumbre, se quedaron olvidados en el bolso provisional, que hoy había cogido.

Los minutos pasaban y él no llegaba. Debían coger el tren de las 19.00h. Una escapada romántica y furtiva les aguardaba. Pero los compromisos y obligaciones eran más de los deseados, sobre todo para Santiago.

Había recibido un ultimátum, y sabía perfectamente, que otra excusa lo llevaría directamente a sentarse en el banquillo de los acusados con alevosía y prevaricación.

Amparo ya estaba harta, concedió esta última oportunidad, con la esperanza de que su actitud cambiara. No entendía la lejanía de sus encuentros, la distancia siempre tan marcada en sus citas. Ni aquellos retrasos o cancelaciones en el último momento. No era síntoma de desinterés, porque a su lado, ella era lo único y principal.

Al comienzo le resultaba gracioso, imprevisible, algo novedoso y sorprendente. Pero no saber a que atenerse hasta el último momento, o cambiar de planes en cinco minutos, viendo como se iban por la borda de su barco de sueños, comenzó a pesar.
No pensó, no dio vueltas a nada, no obtuvo conclusiones, se limitó a vivir, a sentir y a dejarse llevar por ese ímpetu renovador de tanta monotonía y soledad.

Era una mujer independiente cansada de tanta autosuficiencia y falta de cariño. Entre sus brazos todo eso se difuminaba, y la niebla de su costumbre se tornaba claridad llena de sol y luz. Los planes en compañía, aunque distantes, llenaban y cubrían sus expectativas, y por una vez decidió no cuestionar. Tal vez ese había sido su constante y reiterativo error, querer tenerlo todo controlado. Aplastando cualquier posibilidad de espontaneidad o misterio.

Esta relación sería diferente y comenzó por cambiar ella. Faltaban tan sólo 5 minutos para coger el tren y Santiago no estaba. Tantas prisas presionando a la chica de la agencia de viajes. Preparando todo ella sola, para darle facilidades, y ni siquiera hizo lo único que se precisaba, asistir a su cita.

El revisor le da el último aviso. Ella duda por unos segundos y entre titubeos llenos de nervios y cabreo, agarra su maleta y de un salto se planta en el vagón 6 destino a Teruel. Albarracín sería precioso con o sin él. Un merecido relax contrarrestaría tantas prisas y quizás devolvería algo de perspectiva para encauzar sus decisiones futuras y su vida. El gasto estaba hecho y no aprovecharlo sería una necedad.

Tropezó un par de veces mientras buscaba su asiento. Se aseguró no haber recibido ningún aviso de Santiago. Y muy orgullosa se sentó, dando por concluida su relación.

Amparo llegó a su hotel cerca de las murallas, un pequeño edificio de piedra muy bien conservado, coqueto y señorial. Íntimo y tranquilo. Todo era de su gusto, se instaló y procedió con su visita del pueblo al día siguiente.

Sentada para comer, mientras echaba un vistazo a la carta y jugueteaba con los cubiertos escuchó unas palabras: - ¿Creía que no llegaría a su cita?- Levantó la cabeza de repente y su mirada se iluminó. Santiago estaba allí plantado frente a su mesa. – Con algo de retraso, ¿no le parece?- Respondió en voz bajita. – Era para sorprenderte.- Guiñándole un ojo. - ¿Te sientas?- Le invitó ella.

Revoloteo de niños en el comedor, escapándose una de ellas del control de su madre se acerca hasta su mesa y estirando de un extremo de la chaqueta le dice: - papá vamos a comer, mamá no nos deja empezar sin ti, ¡vamos!, que tenemos hambre...-

ENTRE LIBROS.



ENTRE LIBROS.

Llegaste a mí una tarde de lluvia, tu perfume invadiendo la librería llamó mi atención. Conseguiste, desde el principio, que todo fuera secundario. Yo que solía perderme entre libros, manuscritos y viejas joyas de la literatura recopiladas. Esa tarde lo abandoné para prestarte toda mi atención.

Preguntaste por un libro mediocre, aunque creo que tan sólo era una escusa para resguardarte de la lluvia, pero eso a mi no me importó. Intentando prolongar tu presencia en mi tienda, me atreví a mentirte. Un mal comienzo, mentir antes incluso de presentarnos. Y te sugerí otros libros mucho más dinámicos y divertidos, de mayor calidad literaria.

Cualquier pretexto era bueno para retenerte a mi lado. Educadamente los ojeaste, tus consultas sobre otros títulos me permitió deleitarme con el sonido de tu voz. Tartamudeé, no por ignorancia. O tal vez sí, pero de otro tema, más humano y personal, que el de los libros, de ese soy un experto, pero de mujeres como esta, como tú, un perfecto inexperto.

El temporal escampó, los rayos de sol tímidos comenzaban a surcar el cielo, mostrando un arco iris precioso, casi tan bello como el color de tus ojos. Alertado por este cambio meteorológico, te obligue a girar, para dar la espalda al escaparate y privarte de ello. Que iluso creí poder mantener una tormenta inexistente, yo un modesto y aburrido librero.

En menos de media hora nuestro encuentro espontáneo estaba repleto de mentiras y manipulación, un mal comienzo. Tras mi última explicación, sonreíste agradecida con un leve contoneo de hombros y cabeza, y un rayo de luz marcó el azabache de tu pelo, cerraste los ojos como muestra de molestia.

Mi tiempo se agotaba, era cuestión de segundos, que te marcharas.
Sentí un escalofrío por la espalda. Dios como deseaba atesorar el tiempo en tu compañía. Ojala pudiera aclamar a la diosa lluvia para que regresara. Casi temblando como reo de muerte ante su último minuto de vida me separé algo de ti. Era lo mínimo que podía hacer, concederte espacio para que siguieras tu marcha. Respiré hondo, estaba listo para responder a tu adiós cortésmente.

Entonces te asomaste por la ventana, contemplaste el cielo en contraste con el asfalto todavía húmedo y oscuro. – Menudas vistas tiene Usted desde aquí.- Comentaste encantada. – No me extraña que pase tanto tiempo, yo en su lugar también lo haría.- No podía creerlo.

Hubo un adiós, por supuesto, pero a él le siguieron varios hasta luego, hasta otro rato, buenos días, buenas tardes. Han pasado cuatro años de aquella tarde de lluvia. Y ahora si entra en mi librería tendrá el placer de ser atendido por una mujer fuera de lugar, excepcional y auténtica, mi esposa. Sí, se va, pero regresa como yo puntual cada mañana.

jueves, 17 de junio de 2010

MELODIAS A CONTRATIEMPO. XII CUESTIÓN DE FE


XII CUESTIÓN DE FE.

“El desierto del Sahara está más cerca de mis labios que tus besos, y el mercado de Estambul. Las mezquitas de la India están más cerca de mis dedos que tu cuerpo, y la noche en Katmandú.”

Nadie comprendía la razón de su decisión, Samuel llevaba tres años internado en el seminario de Orihuela, no se marchó de niño, ni tuvo unos padres extremadamente religiosos. No había antecedentes en su familia, ni sufrió ningún fracaso amoroso a quien responsabilizar de su vocación. No señor, en plenas facultades, meditada concienzudamente y tras varias experiencias en campos diversos, optó por ser cura.

Su novia fue la primera en saberlo, suena gracioso, Rosa jamás imaginaba perderlo así. Podría haber otra, o cansarse de su amor, pero dejarla para meterse a cura, eso desde luego no entraba en sus planes.

Se llevó el primer jarro de agua fría, tras hablar con ella, sus explicaciones no la convencieron, la enojaron. Se sintió engañada, traicionada, rechazada. Menuda competencia le había salido, nada más y nada menos que la Iglesia, los votos de castidad y el celibato, a estas alturas. No se imaginaba a Samuel vestido de cura alejado del sexo y las mujeres, siguiendo los mandatos de su diócesis, él un revolucionario, rebelde y reivindicador en contra de toda autoridad. ¿Pero qué había pasado, qué había cambiado en él para someterse de tan agrado a la orden eclesial?

“Los danzones de Santiago están más cerca de mi ritmo que tus piernas, las terrazas de Madrid. Los almendros de Tejeda están más cerca de mis labios, que tu escuela, el lugar que nunca vi.”

El asombro y la incredulidad se apoderó de su familia y amigos, creyeron que ésta, era otra de sus excentricidades, o de su lucha sin tregua por alguna causa perdida, y en unos meses regresaría a su normalidad, entraría en razón y retomaría su rutina habitual.

Pero no fue así, Samuel siguió adelante sin el apoyo de nadie, por eso pensó que un cambio de residencia y de compañías le haría bien. Trasladarse al seminario sería mejor que estar yendo y viniendo. Al menos allí no tendría que soportar comentarios jocosos, malas caras y juicios continuos. Tal vez entre simpatizantes de aquella loca ideología no se sentiría como un bicho raro, sino como uno más.

Su formación finalizó, fue ordenado y destinado a la parroquia de un barrio conflictivo. Supo respetar todos los preceptos y predicó con el ejemplo y la obra más que con las palabras. Se sintió querido y respetado, y aunque los suyos siguen sin entenderlo, Samuel, eso, ya lo ha aceptado. A veces duda y cuestiona, protesta cuando ve algo injusto y recibe reprimendas por ello, pero no le achican. En ocasiones imagina cómo sería su vida si no fuera cura, y francamente no la concibe.

Algunas noches, cuando aprieta el calor, abre su ventana y sentado frente a ella contempla la luna, sobre todo si está llena y recuerda a Rosa, un pensamiento le aborda: “mujer que no tendré, que no adivinarás mis buenas luces. Mujer que no tendré que nunca sufrirás mis malos ratos.”

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
17/6/2010.

NOTA: El texto entrecomillado y en cursiva pertenece a la canción de Pedro Guerra “Mujer que no tendré.

miércoles, 16 de junio de 2010

DEL NEGRO AL BLANCO



DEL NEGRO AL BLANCO.

- Vaya, veo que te has convertido en uno más de los nuestros, se bienvenido. Ahora sé que te sentirás raro, pero eso es al principio, al cabo de un tiempo, apenas percibirás el cambio de color y te sentirás uno más poblando su cuerpo. –

- Estoy confuso, nadie me avisó de esto, y aunque a mi alrededor os veía con un semblante diferente, nunca pensé que acabaría igual que vosotros. Creí que mi juventud sería eterna, gran error, y que seguiría creciendo negro y fuerte. –

- Pero, sigues creciendo. No te abrumes, tu fuerza y vitalidad sigue siendo la misma, sólo se ha modificado su color. Como cuando íbamos a la playa, ¿recuerdas?, el sol, solía aclararnos, mira que soñábamos con ser rubios.-

- Siiiii, algunos casi lo conseguían. Horas expuestos al sol en la piscina o la playa, pasando calor y pringados de aceite bronceador, cualquier cosa era buena si otorgaba ese rubio platino tan deseado.-

- Al menos no nos han embadurnado con esos potingues de colores tan raros, esos que huelen fatal y nos debilitan tanto.-

- Si lo nuestro siempre ha sido natural.-

- Lo ves aún tenemos que sentirnos agradecidos, nos cuidan, nos protegen con cremas suavizantes, mascarillas regeneradoras y champús anticaída. A pesar de las modas de estos últimos tiempos nunca nos han rapado o extirpado definitivamente, al contrario se afana por mantenernos vivos y brillantes. Somos un tesoro para él.-

- Ya lo creo, yo soy fruto de unas ampollas vitamínicas, por eso me extrañó este cambio repentino, ya que hace poquito que estoy a vuestro lado.-

-¡Ay querido amigo!, el tiempo no pasa en baldes, y aunque se desee la eterna juventud, él ya tiene sus años. Y ahora ser cana es lo que toca. –

- Bueno, tendré que acostumbrarme a verme blanco y despedirme de ese negro azabache que antes poblaba su cabeza. Ser su último pelo negro ha sido todo un mérito para mí. Ahora aceptaremos nuestro nuevo devenir como una más de sus canas.-

- Se sobrevive, te lo digo por experiencia, lo importante es seguir aquí y no caernos, aunque esa será otra etapa, que también nos tocará vivir.-

NIEVES JUAN GALIPIENSO
16/6/2010.

lunes, 14 de junio de 2010

BATALLA CAMPAL.



BATALLA CAMPAL.

Suspendido del techo aquel balón parecía no desear ser recepcionado por torpes e inmensas manos. Arturo y Raúl luchaban por su rebote. Cuando parecía atraparlo, resbaló, rodando el esférico a través del cuerpo de Arturo, que se encogía y arqueaba para no perderlo. Pero de nada sirvió, ya había salido disparado, chocando contra la valla. Arturo estaba descendiendo de su salto y presentía que algo iba mal. No sólo porque el sonido estridente de la sirena comunicara el fin del partido, sin lograr remontar en el marcador, sino porque algo había crujido, su pie derecho parecía una marioneta a la que han cortado sus hilos, totalmente deforme no lograba apoyarlo correctamente. La caída fue inminente.

Ese cuerpo de casi dos metros yacía tendido en la pista, encogido por el dolor, parecía haber perdido el conocimiento. Sus compañeros de equipo se acercaron, el banquillo al completo corrió a socorrerlo. Arturo intentó incorporarse, pero su cuerpo no le respondía, asustado presentía que era más grave de lo que parecía, el público y las gradas se han vuelto borrosos, parece que todo se ha cubierto de gris, antesala del túnel por el cual comienza a deambular su vida, sus comienzos, hace ya una década. Las imagenes se agolpan y la zarandean, las primeras victorias, su ascenso de categoria, cambios de equipo, tanto esfuerzo y trabajo, alejado de su familia y amigos, durmiendo en hoteles, extrañando camas y hogares provisionales. Cayó en picado a un pozo lleno de oscuridad. Frío, miedo e incertidumbre lo cubrían como abrigo prestado de herencias impuestas antes de hora.

Ambulancias, médicos. Arrebato sanitario en la pista, traslado de urgencias al hospital más cercano. Intervención apresurada. El negro se tornó rosa, un sabor a fresa o frambuesa llenaba su boca de saliva. Se sentía en una nube, y desde ella contemplaba ajeno su realidad. Rodeado de incertidumbre con una sola certeza, su carrera deportiva había finalizado. Aquella lesión sentenciaba un año de siete meses intensos, a su edad y lastimado no podía esperar grandes milagros. El dulzor afrutado de la anestesia se transformó en un sabor agrio, amargando al final, tocaba decir adiós. A toda una carrera, a una vocación, ¿para hacer,qué?

Todo tintado de marrón a su alrededor, destiñéndose hasta llegar a un beige cálido, y de ahí al blanco, abrió lentamente sus ojos y eso fue lo primero que vio, todo un escenario blanco e impoluto. Demasiada luz, para alguien que lleva dormido tanto tiempo. Se observa, vuelve a sentir, su pierna está colgada y el dolor y las molestias han regresado. Sonríe, no imaginaba sentirse tan afortunado, esguince de ligamentos con rotura del maléolo intervenido, le había devuelto a la vida. Una nueva oportunidad se le otorgaba, no para jugar, sino para aprovechar sus casi dos metros en otras causas.

Respiró aliviado, ahora tocaba una constante rehabilitación, esfuerzo y persistencia, pero lo lograría, estaba seguro de ello. Se recostó tranquilo y acariciándose la otra pierna se durmió.

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
14/6/2010.

martes, 8 de junio de 2010

LOSA PASAJERA




LOSA PASAJERA.

Te busqué entre las nubes, saltando entre algodones, pendiendo de las estrellas, columpiada en cada pico de ellas. Y no te encontré.

Hurgué entre las piedras, las desenterré, por si estabas oculto, sepultado de caliza y mármol, y sólo fósiles hallé.

Cavé, escarbé, hundí mi pala tan hondo como pude, pero el fango no te trajo a mí, cansada, sudorosa y sedienta tapé aquel túnel cuya única salida era la oscura y fría nada.

Regresé a casa, pensé, y no obtuve respuesta. ¿Dónde estás? ¿Quién eres? ¿Qué busco?, me tumbé, el sueño se apoderó de mi pensamiento, y este, inerte, cedió terreno. La angustia cesó. Y en mis sueños no te visualicé, pero eso ya no me importó.

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
8/6/2010.

jueves, 3 de junio de 2010

CAMBIO DE RESIDENCIA



CAMBIO DE RESIDENCIA.

Arturo acababa de recibir la llamada esperada, comunicándole que debía ingresar en el hospital mañana a las 11.00h. Le practicarían todas las pruebas oportunas para asegurarse de la idoneidad de la intervención, y limar así cualquier improvisto.

La espera se había convertido en compañera inseparable de sus planes, cansado de posponer acontecimientos, y de sentirse atado a la pata de una cama de hospital que parecía nunca llegar, se alegró, aunque algo temeroso, de que la lista corriera y le tocara ocuparla.

Acudió a su vecina Aurora, ya lo había hablado, su gato Saturno se quedaría con ella hasta que regresara a casa. Él, en el fondo, también lo sabía, era un gato muy inteligente y había captado los sutiles cambios de horario y escenario.

Arturo se despidió de ambos y muy decidido marchó con sus cosas al hospital, prometió llamar todos los días a Aurora, para preguntar por Saturno y por todo en general. La idea de sentirse solo, y de que nadie esperará su diagnóstico, le angustiaba. Prefirió pensar que cada día habrían dos seres pendientes de él y su estado, su gato, Saturno y su vecina, Aurora.

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
3/6/2010.

miércoles, 2 de junio de 2010

ACIERTO



ACIERTO.

-¿Los padres de Héctor o Maseff?-

- Sí, yo soy la madre de Héctor.-

- Y yo el de Maseff.-

- Vaya, pensaba que eran sólo una familia, perdón por la confusión. Deseaba hablar con ambos, así que si les parece, entramos todos y les explico la razón de su asistencia.-

- Sí claro, entremos.- Jorge cedió el paso a Lucia, primero, y después a Daniela, la profesora de su hijo. Ella les pidió que tomaran asiento y comenzó su exposición.

- Lo primero tranquilizarles, sus hijos no han cometido ninguna fechoría, aunque a veces rayan la rebeldía, no suele llegar la sangre al río, obedecen, no a la primera, pero nuestra firmeza y disciplina va forjándoles como personitas sensatas y juiciosas.

Como ambos sabrán Héctor y Maseff son grandes amigos e inseparables. No sé qué motivó a Héctor, pero desde que Massef llegó se autoproclamó su mayor defensor, lo acogió y ahora no dan un paso él uno sin el otro. Todos sus compañeros lo aceptaron como un alumno más y a día de hoy Maseff está totalmente integrado. Aún así sigue existiendo entre ellos una conexión especial, un vínculo más allá del simple compañerismo. Tanto, que a veces veo reflejado en uno de ellos los problemas del otro.

- ¿Y eso es malo?- Preguntó Lucia, inquieta.

- No claro que no. No están aquí por nada malo, quítense esa idea de la cabeza. Les he convocado para mejorar, para aprovechar la información que nos están brindando y lograr que les sea útil, a ustedes y al bienestar de sus hijos. –

- Lucia, tranquila, creo que debemos dejar a Daniela que prosiga, yo también he venido preocupado, pero me parece que esta vez no hay estirón de orejas, ni para nuestros hijos, ni para nosotros, sino más bien una mano abierta y tendida, que si la cogemos nos levantará a todos y podremos subir, peldaño a peldaño.-

- Exacto, gracias Sr. Cano, yo no lo habría explicado mejor. Sigamos, enseguida comprenderán. Últimamente observo en los dibujos de Héctor el abuso del color negro, sus trazos son gruesos, remarcados, perforando, incluso el papel. Él es un perfeccionista, antes no consentía salirse del perfil marcado, era capaz de repetir los trabajos si observaba una raya en discordancia del resto. Sin embargo en otras tareas demuestra sus cualidades habituales. Hemos practicado técnicas como los cuentos, juegos, el teatro, las marionetas y todo refleja que es un niño feliz, centrado y muy responsable, sensible ante las injusticias y totalmente solidario con las desigualdades. No soporta los abusos y lucha con uñas y dientes ante cualquier manifestación. Por ello, creo que Héctor es un espejo de Maseff. Algo le pasa a él, Héctor lo sabe y se siente responsable de ello, desea ayudarlo, pero no lo consigue y descarga su frustración a través de la pintura.-

- ¿Maseff está mal? No he notado nada raro. Es un niño callado, pero muy tranquilo y pacífico. Me habla de muchos amigos y le encanta venir al colegio. No le cuesta nada madrugar, realiza sus tareas puntualmente, a veces se distrae un poco, pero vamos nada fuera de lo normal.- Contestó algo afectado Jorge.

- ¿Le ha notado más triste, melancólico, aburrido, decepcionado, estos últimos
días?-.
- Que va, es un niño muy alegre, sonríe con facilidad. Y nosotros solemos bromear con frecuencia, tal vez, ahora que lo pienso, llevo un tiempo notándole algo más cansado, pero lo achacaba al cambio de estación y a este calor aplastante. Todos bajamos el ritmo en estas fechas.-

- Bueno en cuanto su rendimiento, ha bajado un poquito, y le cuesta más participar. Un pelín más apático si lo hemos notado. ¿Podría echar a alguien o algo de menos?, no sé ¿a algún familiar, su tierra, sus anteriores amigos? Yo no estoy en casa y desconozco que influencia o ejemplo recibe. Tampoco lo conozco como para forjarme una idea de su personalidad y hábitos, no se ofenda, no pretendo poner en duda su abnegada dedicación, pero los niños en estas edades son esponjas. Y si él ha visto, o creído haber visto algún problema, puede estar preocupado, sentirse inseguro o tener miedo simplemente a verle mal a usted y creer que puede terminar afectándole .-

- Mire, creo que tanto Jorge como yo, intentamos hacerlo lo mejor posible. Sí, ambos estamos solos en esto, pero nuestros hijos no carecen de amor, cariño, protección y cuidados. Y me apena que sin conocernos pueda forjarse una idea equívoca de la educación y el amor que ofrecemos a nuestros hijos y que recibimos de ellos.- Argumentó Lucia.-

- No me cabe la menor duda, y por favor no se incomoden por lo comentado. Yo tan sólo propongo que estemos todos pendientes y algo más alertas. Lucia intente hablar con su hijo, tal vez éste le cuente algo de cómo se siente y pueda descubrir qué le preocupa a Maseff, a través de su hijo, si quiere, puedo facilitarle un par de manuales con técnicas para jugar a representar otros roles.
Jorge, siga de cerca a Maseff, no le interrogue, pero pase más tiempo con él, comparta más, para que él se sienta seguro, querido y valorado. Intente dialogar con sutiliza y paz.
Y si les parece en un tiempo nos vemos para compartir, tal vez cada uno consigamos descubrir algo que nos pueda ayudar. Y sus hijos se sientan aún mejor, de lo que ya están. ¿Qué me dicen?-.

- Daniela, cuente conmigo, pondré en práctica algunas de sus técnicas y ya les contaré. Jorge, estoy contigo, si nuestros hijos han elegido ser amigos, por algo será. Lo que necesites, sabes que me tienes.-

- Gracias Lucia, estaremos aún más pendientes, intentaré saber qué pasa, si es que pasa algo. ¿Qué te parece si planeamos alguna actividad todos juntos?, quizás eso ayude a nuestros hijos.-

- Me parece una buena idea, ¿qué opina usted Daniela?- Consultó Lucia.

- No creo que eso pueda causar algún daño, intentémoslo a ver que obtenemos. Y por favor sin obsesionarnos, sean naturales, la manifestación de la estabilidad es muy importante.-

- Bueno, pues si no precisa nada más yo debo marcharme Héctor me espera.-

- Si yo también he quedado, ¿Daniela si usted ha terminado…?-

- Por mi parte nada más, volveremos a emplazarnos para evaluar, ya les avisaré. Tranquilos y a disfrutar de esta aventura detectivesca y paternal. Hasta la próxima, y ya saben dónde me tienen, si necesitan algo cualquiera de los dos.-

- Muy bien, hasta pronto.- Contestaron ambos y estrecharon sus manos como símbolo de pacto aceptado y despedida.
Una vez en la calle, Lucia le preguntó a Jorge: - ¿Has venido en tu coche?-.

- No, en metro. Hay muy buena combinación y para aparcar, ya sabes, está fatal.-

- Si, que me vas a contar, pues te llevo, me viene de camino.-

- Ah genial.-
El silencio imperó en el coche y tras una mirada cálida de Lucia, Jorge comenzó a conversar:

- No fue fácil, ninguna adopción lo es. Otro idioma, distinto país, Massef llego solo, dejando atrás su gente, sus costumbres y su precaria vida. Aquí todo era nuevo y distinto. Necesitó su tiempo, pero consiguió adaptarse y actualmente es un niño feliz, al menos eso es lo que pienso. Todo esto me desconcierta y hace que me cuestione mi labor y valía como padre. –

- Imagino que para ti tampoco fue fácil, Jorge. La gente no suele comprender muy bien esta decisión, y estoy segura que habrás recibido de todo.-

- Lucia, fue una locura, además de todos los cambios de vida y hábitos, porque no es lo mismo vivir solo, cómo lo hacía, que convivir con un niño. Se añadió el juicio de cada conocido, familiar e incluso ajeno, porque todo el mundo se permite opinar, valorar y juzgar sin ser solicitado. Hubo quien pensó que todo esto era un capricho de un soltero bien situado que no ha encontrado sentido a su vida sin una pareja y que busca remediar ese vacío con un hijo. Otros lo vieron como una obra de caridad altamente costosa tanto monetaria como emocionalmente. Los hay, que a fecha de hoy, aún piensan, que es una forma de complicarme la vida y de renunciar de forma radical a todas las ventajas de vivir solo. Y para rematar el capazo de optimismo y ánimo brindado quedan aquellos que apostaron por la crisis de los 40. El tiempo pasa y no se puede esperar más, si no ha llegado de forma natural, lo forzamos, siempre y cuando se pueda pagar, y a disfrutar.-

- ¿Y tú Jorge qué opinas?, cuál fue tu razón o razones para dar ese paso, que de antemano y sin conocerlas, te felicito por tu valentía.-

- Massef ha sido lo mejor de mi vida. He superado retos, he ascendido laboralmente. Todos estos años no han sido en balde y las experiencias vividas han forjado el hombre que hoy soy. Pero nada comparable con la llegada de Massef, con su amor, su alegría, esa actitud de agradecimiento. Todo le parece grandioso y lo valora en demasía. Con sus ganas de conocer, descubrir, de hacer cosas, de disfrutar con lo más mínimo. Es capaz de contagiarte esas ganas de vivir. Y de ver luz y color en un día de tormenta y problemas. Es una motivación constante y la energía más potente que alguien puede recibir. Con él es imposible sentirse mal.

¿Por qué decidí adoptarlo? No puedo concretarte, pero sentí que necesitaba hacerlo. A veces en tu vida vas superando etapas, y necesitas cerrar capítulos y abrir otros libros. Enfrentarte a proyectos novedosos que hagan sentirte útil. Tal vez con Maseff me sentí así, que me necesitaba, que podía darle lo mejor de mi y que eso obtendría sus frutos en beneficio de otra persona. No digo que con ello no llenara un hueco personal, ni que eso no sea algo egoísta. Pero opino que es la forma más positiva de serlo. Ya que con ello no perjudicaba a nadie sino todo lo contrario, ¿por qué no hacerlo?

Antes de dar el paso me informé, lo reflexioné pacientemente, y todas mis respuestas eran siempre la misma: SÍ, SI, ADOPTARÉ.
He demostrado sobradamente mi capacitación y solvencia económica, he superado muchísimos test sicológicos. No creo que ningún padre natural haya sido tan evaluado como yo. Y todos estos años juntos creo que han puesto de manifiesto lo mucho que ambos nos damos y el bien que nos hacemos.-

- ¿Crees que para mi fue fácil? Yo no puede meditarlo, ni planificarlo. Héctor llegó de improviso. El día que recibí mi analítica mi marido me comentó su decisión tajante e inoportuna de marcharse, ya no me quería y deseaba iniciar una nueva vida junto a la mujer de sus sueños. Imagínate el momento. Asustada por el resultado, deseando contárselo para encontrar, en él, el consuelo y el apoyo que a mi me faltaba. Deseando escuchar un: “tranquila, todo irá bien”. Y en su lugar, antes de poder decir nada, se me congeló el alma, cuando de carrerilla y sin dejarme decir ni media, me lo soltó y se largó. Tenía mucha prisa, y la noticia no merecía más tiempo. Nos vimos en la calle, una que nos venia a ambos de camino, me metí en el coche, las piernas me temblaban. El corazón encogido y masacrado por un tren que acababa de arrollarlo. Comencé a llorar, no podía dejar de hacerlo. Y de forma instintiva conecté el limpiaparabrisas. No veía con claridad, pero la tormenta no estaba fuera, lucía el sol. Y secándome las lágrimas lo apagué maldiciéndome por lo tonta que había sido. Por no darme cuenta de nada, durante tanto tiempo.-

- ¿Su padre no sabe que Héctor existe?-

- Si claro, lo supo a su tiempo. Al principio estaba muy confusa y dolida, decidí prudentemente guardar silencio, aclararme primero y estar segura de qué hacer, para después jugar las cartas oportunas. No te asustes por mi expresión. No me aproveché de nadie ni le exprimí hasta la médula. Acepté con templanza su rechazo y bendije la llegada de Héctor. Las dos noticias las fui dosificando. Y quién precisaba saber lo conoció y quién no simplemente pasé. Las lágrimas se transformaron en un mundo de sensaciones y cambios. La vida se iba generando en mí, y con ella todo lo muerto florecía inundándome de entusiasmo y fuerza. Héctor fue mi ángel, me salvó del abordaje de mi vida matrimonial y me cubrió de razones para seguir aquí y mejorar, para él, por mí.
¿Qué crees qué opinarían de mí como madre? Pues de todo, que si debía haber interrumpido el embarazo, ya que mi situación emocional no era la adecuado para recibir a una criatura; que una vida es una vida, y ni loca debe hacerse eso. Que vaya un futuro le esperaría, respirando un ambiente deprimente y triste. Que no tendría padre; qué cómo no supe retenerlo, obligándole en último caso. Se cuestionó mi interés y aportación en la relación, mi culpabilidad por la ruptura, por no cuidar la relación y confiar en exceso. En fin toda mi persona estuvo en tela de juicio, además de ser la abandonada, era la responsable de ello. Era lo que merecía. Entonces llegó Héctor, sin duda, él, si era lo que merecía, se engendró en el momento justo. Y la vida así lo quiso, tuvo y tiene padre y madre, pero cada uno en el lugar que debe estar. Y piensen lo que piensen, somos una familia, pese a quién pese. –

- Vaya, parece que nadie se libra de ser juzgado, sea cual sea la circunstancia. Lo que se deduce que nada es perfecto. Y que la vida llega por vías muy diferentes, todas válidas y óptimas siempre y cuando sus protagonistas sean felices.-

- Por eso Jorge, los comentarios, son eso simplemente, opiniones de gente, la mayoría de veces ajena a la auténtica realidad, que ni siquiera nos aprecian o respetan lo más mínimo. Es un buen filtro para saber quiénes no interesan lo más mínimo. –

- Estamos llegando, ¿nos vemos el sábado para salir en bici o prefieres un cine?-

- Pues no sé, dejemos que elijan ellos. Coméntaselo a Massef, y yo a Héctor, y ya concretaremos el viernes noche, ¿te parece bien?-

- Estupendo, muchas gracias por todo, y sobre todo por tu testimonio tan sincero, me ha ayudado mucho. Me gusta contar con tu apoyo, creo que nuestros hijos han sido muy sabios al elegirse y que van a lograr que nosotros lleguemos a ser buenos amigos. –

- Jajá jajá, bueno eso ya se verá, te advierto que yo soy muy exigente y valoro mucho la amistad, y también que actualmente, ésta se encuentra protegida, especie en vías de extinción. Así que el tiempo lo dirá. Nos vemos el sábado, que tengas una buena semana.-

- Si, gracias y te deseo lo mismo, hasta el sábado pues.-

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
2/6/10.

martes, 1 de junio de 2010

Buenas noticias: OROLA NOS SELECCIONA.

Estimado Concursante del IV Premio OROLA de VIVENCIAS,
Tenemos el placer de comunicarle que una de sus “Vivencias” cuyo título se indica al pie de esta carta, ha sido seleccionada de acuerdo con la Base 8ª del Concurso y será publicada en la ANTOLOGÍA del Concurso: “150 Vivencias y 150 Autores”, con el fin de dar a conocer a autores de toda el habla hispánica, y de todos los estilos y tendencias. La presentación de este libro está prevista para el mes de Octubre 2009, y recibirá en su momento, una invitación para asistir a la misma.
En principio, junto al texto, indicaremos su nombre o seudónimo en su caso, y si lo desea, su correo electrónico y dirección y lugar de residencia. Puede añadir los datos como profesión, título académico y como máximo dos premios Literarios, si los tiene.
Por nuestra parte le enviaremos gratis un original de la Antología con el único cargo de “gastos de correo”.
Termino esta carta dándole las gracias por su participación y animándole a seguir escribiendo. Mi máximo deseo es que este Concurso de Vivencias siga triunfando como género literario y que sirva de lugar de encuentro y de promoción para todos Vds.
Esperando sus gratas noticias, le saludo muy cordialmente,
Fernando Orlando
Presidente del Jurado y Editor


TITULO DE LA VIVENCIA: AUSENCIA

AGENDA



AGENDA.
¡Que curioso!, yo que siempre me he rodeado de bullicio, ruido, gente y mucha actividad. Y ahora, a mi edad, tengo que lidiar contigo.
Te temía, creía que tenerte en mi vida me mataría, apagándome como un candil acariciado por el viento. Así que te evité, no lo ponías fácil, pero cual mago, lograba sacar una opción de mi chistera. Nuevos amigos, viajes, cualquier plan para mantenerte aletargada, cediéndote a otros, alojándote en sus hogares, en su mundo, no en el mío, ese era el objetivo. ¡Que ignorante he sido!
Te presentaste hace poco, y simpatizamos enseguida, y ahora caminamos juntos, entablamos profundas reflexiones, compartimos largas siestas. Incluso momentos de tedio, y así has pasado a ser imprescindible para mí. Tu oposición aceptó su destierro, y nosotros, mi soledad y yo convivimos en paz y armonía.

PRESENTADA A CONCURSO: NO PREMIADA NI SELECCIONADA.

CAPRICHOSO PLACER



CAPRICHOSO PLACER.
Sé que tengo que olvidarte, que este maravilloso error debo subsanar, pero cada noche me repito: mañana lo haré, hoy voy a disfrutar. Me meto en tu cama, lecho de placeres, me meces y me transportas a esa galaxia exclusiva para los dos. La luna y las estrellas nos visitan, recogen nuestros deseos y como peticiones piadosas elevan al cielo para que su dios, el Universo, nos los conceda. Nosotros seguimos presos de nuestros placeres, ausentes de todo aquello ajeno, que nos rodea de forma invisible. El alba está despuntando y con ella debo abandonarte, duerme mi amor, aún es temprano. Debo partir, pero prometo regresar cuando la oscuridad me proporcione ese escondite seguro, túnel directo a tu cuerpo y alma, y volveré a maldecir mi falta de voluntad y a premiar a ese deseo insaciable de ti.

PRESENTADA A CONCURSO: NO HA SIDO PREMIADA, NI SELECCIONADA.

OPORTUNIDADES



OPORTUNIDADES.


Salió pitando, no podía creérselo, todos sus compañeros le envidiaban y añoraban que una pareja de señores sonrientes y perfumados cogieran sus manitas y traspasaran aquella puerta que tantos años había sufrido sus golpes, patadas y alguna que otra pintada.

Daniel era el afortunado, le esperaba una nueva casa, dos hermanitos más con los que jugar, a los que apenas conocía y un papá y una mamá cariñosos y atentos. Su estancia con ellos en varias ocasiones le demostró, que esta vez no estorbaba, ni generaría discusiones.

Todos conocían su nombre y no le pedían nada a cambio. Era un chollo sentir siempre unos brazos abiertos, unas manos tendidas acompañadas de apacibles nanas, intrigantes historias y sabrosos dulces caseros, condimentado con cálidos besos, muchos besos. Su sueño hecho realidad.

PRESENTADA A CONCURSO: NO PREMIADA, NI SELECCIONADA.

CELDA 301



CELDA 301.

Un charco de sangre rodeaba su silueta. Marta de pie frente a su último amor, contemplaba la escena temblorosa. Sus manos manchadas, chorreaban sangre, arrojó el cuchillo y se entregó sin resistencia al agente de policía, que trataba de apaciguarla.

Confesó en comisaría y mantuvo su declaración en el juicio, condenándose a la pena máxima, rechazando cualquier reducción por atenuantes. Su abogado de oficio poco pudo hacer.

Ingresó de inmediato en la prisión. Una vez instalada en su celda se sintió aliviada, pasaría el resto de su vida allí, sin tener que enfrentarse a nada. Sin volver a ver sus caras de goce, sin escuchar los gemidos desgarradores de placer, y aquella postura de su exclusividad, adoptada, en esta ocasión, por otra mujer sobre su hombre.

PRESENTADA A CONCURSO: NO PREMIADA, NI SELECCIONADA.

REINA EN LA OSCURIDAD



REINA EN LA OSCURIDAD.

Me invades cuando te place. No respetas momentos ni lugares. Ocupa de mi alma deshabitada, te haces la dueña, eliminando cualquier rincón a la alegría o la esperanza.

Como huésped indeseado traspasas mi puerta sin tocar. Alterando mi equilibrio, cambiando de lugar cada sensación contrincante y posible rival en tu empeño de ser soberana, de ese reino que tiene por corte la incertidumbre y como súbditos las lágrimas.

Te autoproclamas reina y señora de esta pobre víctima demasiado cansada de navegar contracorriente. Pero toda tiranía tiene sus días contados y tarde o temprano serás derrocada, y entonces seré yo quien me ría.

PRESENTADA A CONCURSO: NO PREMIADA, NI SELECCIONADA.