jueves, 3 de junio de 2010

CAMBIO DE RESIDENCIA



CAMBIO DE RESIDENCIA.

Arturo acababa de recibir la llamada esperada, comunicándole que debía ingresar en el hospital mañana a las 11.00h. Le practicarían todas las pruebas oportunas para asegurarse de la idoneidad de la intervención, y limar así cualquier improvisto.

La espera se había convertido en compañera inseparable de sus planes, cansado de posponer acontecimientos, y de sentirse atado a la pata de una cama de hospital que parecía nunca llegar, se alegró, aunque algo temeroso, de que la lista corriera y le tocara ocuparla.

Acudió a su vecina Aurora, ya lo había hablado, su gato Saturno se quedaría con ella hasta que regresara a casa. Él, en el fondo, también lo sabía, era un gato muy inteligente y había captado los sutiles cambios de horario y escenario.

Arturo se despidió de ambos y muy decidido marchó con sus cosas al hospital, prometió llamar todos los días a Aurora, para preguntar por Saturno y por todo en general. La idea de sentirse solo, y de que nadie esperará su diagnóstico, le angustiaba. Prefirió pensar que cada día habrían dos seres pendientes de él y su estado, su gato, Saturno y su vecina, Aurora.

NIEVES JUAN GALIPIENSO.
3/6/2010.