
CUENCOS EN VERSO.
Hijo de alfarero y nieto de tornero, Jonás prefería regalar versos. Acompañaba a su padre en las ferias, más por obligación que por vocación. Escaqueándose, siempre que podía. Amigo de todos, seductor de lo femenino, encandilaba con su verborrea.
Antonio, mayor y cansado, deseaba legar su horno y ser relevado por su primogénito, esfumándose de él, su escaso interés entre rimas, versos y sueños.
Aquella tarde buscó en la quiromancia su aliado perfecto, que dejara patente, ante su padre, su verdadero sino. A él le creería, este viejo vidente, curandero y tallista de cristal, testigo directo de amaños y chantajes, vio llenarse su cofre de monedas, Antonio pagó su deseo paternal.
Los posos de café hablaron: - alfarero.- Jonás sonrió y emocionado respondió:
- sí, seré alfarero de poemas, modelaré versos y coceré rimas.-
Fue el primer alfarero de las letras. Sustituyó el papel por el barro, las flores por versos y los colores por rimas variadas, llenas de musicalidad. Jarrones, cuencos, vasijas y platos llevaban su sello, altamente literario, bello, original y útil.
NIEVES JUAN GALIPIENSO.
12/4/2010.
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