
Es un espanto que me teman, me siento tan rechazado e indeseado. Yo pongo de mi parte, intento hacer amigos, pero parezco una pandemia en cuarentena, a la que esquivar y evitar su propagación.
Al fracaso, a las alturas, a hablar en público, a la muerte, al dolor, a la soledad, a enfermar, son múltiples mis caras, y pocos los que se atreven a conocerme, prefieren ignorarme. Creen que la diversión y el entretenimiento los alejará de mí. Pobres ilusos, sigo ahí, en la retaguardia, y seguiré hasta que no me planten cara con coraje y valentía.
Soy destructivo, poderoso, tirano y paranoico y odio ser vencido. Yo también tengo los míos, ¿qué os pensáis? Aterra que ya no me teman, que ya no paralice voluntades, ni impida acciones, que no bloqué ni asuste a nadie.
¡Que miedo da no causar miedo!
NIEVES JUAN GALIPIENSO.
26/10/2010.
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